Es muy común que la mayoría de personas eviten
trabajar con sus familiares y/o amigos ya que puede llevar a roces o problemas
laborales que luego se arrastren hasta el terreno personal. En cambio, son
muchos los ejemplos de empresas dirigidas por familias que se han convertido en
negocios viables y fructuosos.
Es cierto que las dificultades aumentan cuando
se trata de familiares con los que se convive, por ello es muy importante, y en
estos casos todavía más, saber discernir entre trabajo y familia.
Antes de tomar una decisión es importante
valorar el caso en particular. No hay dos situaciones iguales, en estos casos
entran en juego muchos factores, como el carácter o el tipo de relación. Es muy
recomendable hacer una lista con pros y contras y decidir a partir del
resultado final. Debemos de tener en cuenta que las cosas en un primer momento
pueden parecer fáciles, pero con posterioridad muchas veces es complicado
gestionar los afectos. Las relaciones en el entorno laboral siempre serán complicadas,
pero en este caso contamos con un plus de dificultad. Aunque, jugamos también
con ventaja, conocemos a esa persona mucho más y quizás sepamos más como tratar
con ella.
También, debemos asegurarnos de las
capacidades de las personas que van a ocupar los puestos. No debemos dejarnos
llevar por los sentimientos, por mucho que haya una estrecha relación, es
importante pensar con objetividad y hacerse preguntas como: ¿Compartimos
objetivos?, ¿Compartimos valores similares?, ¿Nuestra visión de la organización
es similar?, etc. En caso de que las respuestas sean negativas, no nos tenemos
que culpar, nadie está obligado a trabajar con alguien por obligación. En caso
de que no haya otra opción, será de especial importancia la comunicación y el
autocontrol.
Debemos evitar que la confianza nos lleve a
perder el respeto en algunos casos por la otra persona. Sera vital la igualdad
entre los miembros y exigirle a la otra parte lo mismo que le exigiríamos a
cualquier otro trabajador. Como ya hemos señalado, la clave está en ser
equilibrados, justos y objetivos.
Un aspecto con el que debemos tener especial
cuidado es la flexibilidad laboral. Permitir demasiado espacio puede llevar al
descontrol y a problemas muy grandes en un futuro. Por eso, lo más acertado
será dejar claro desde un primer momento que la flexibilidad se puede dar, pero
con unas horas fijadas que deben ser de obligado cumplimiento.
Otro aspecto que nos puede acarrear problemas
es el salario. Nunca se debe retribuir de más o de menos. Mantener el salario de
acuerdo con el grupo profesional del trabajador será lo más apropiado. No
debemos sentir remordimientos si sabemos que esa persona pasa por un mal
momento, debemos mantener siempre el tipo en estos casos.
Si después de haber leído el artículo de las
razones por las cuales debes pensarte dos veces si trabajar con un familiar,
sigues pensando en hacerlo, seguramente sea porque lo tienes claro y lograreis
sobrellevarlo. Hay claros ejemplos de empresas que funcionan a la perfección
con distintos miembros de la misma familia. ¿Si ellos pueden por qué tú no?
Fuentes: Gestión, Noticias Universia, Pymes y autónomos
Estoy de acuerdo totalmente con este post, ya que para trabajar con un familiar tenéis que tener las cosas muy claras y muy bien definidos los roles.
ResponderEliminarHola Patricia, muchas gracias por tu comentario. Sí, creemos que es algo que hay que pensar dos veces antes de ir a por ello. Pero no hay nada imposible y en muchas ocasiones se pueden lograr cosas muy grandes, gracias a que te encuentras en ventaja al conocer a esa persona. Un saludo.
EliminarMe parece muy interesante esta publicación. Es cierto que es muy difícil trabajar con familiares porque a veces no sabemos cambiar los roles que tenemos y es posible que arrastramos los problemas laborales en la vida privada o viceversa.
ResponderEliminarHola Hailey, muchas gracias por tu aportación. Sí, totalmente se trata de una situación complicada, pero todo depende de los caracteres de las partes y de su visión de negocio.
EliminarUn saludo.
Se trata de una decisión muy complicada y que bajo mi punto de vista varía en función del tamaño de la empresa.
ResponderEliminarNo es lo mismo tener un pequeño negocio familiar , que trabajar en una gran empresa.
Uno de los aspectos que hay que tener en cuenta es que si las cosas van mal ambos familiares se quedaran sin trabajo, por lo que se pueden dar complicaciones familiares.
Hola Daniel, gracias por tu aportación. Creo que tienes razón, el tamaño de la organización también influye al tomar la decisión. Al final en una empresa de un tamaño considerable, no tenemos por que trabajar codo con codo con esa persona cercana a nuestro circulo, lo más probable es que estéis situados en distintos departamentos.
EliminarUn saludo.