Después de la II Guerra Mundial para los
japoneses el trabajo supuso una especie de salida a tanta desgracia. Había que
sacar el país adelante y reconstruirlo, de manera que la población se involucró
muchísimo. Además, muchas empresas ofrecían a sus trabajadores contratos de por
vida, alojamiento, desplazamientos, seguros médicos e incluso a financiar los
estudios de sus hijos. Esto provocó que el trabajo y la organización en general
se convirtiera en el centro de sus vidas, aceptando largas jornadas de trabajo
interminables.
Más tarde, en la década de los 80, se produjo
la burbuja financiera e inmobiliaria en Japón, provocando un crecimiento
desmedido de la especulación y los salarios. Dentro de esta burbuja, muchos
empleados soportaban jornadas semanales de más de 60 horas.
Pero cuando en la década de los 90 la burbuja
estalló, la situación de casos de Karoshi en niveles de dirección o gerencia
alcanzo sus límites más altos.
El Karoshi, en español es la muerte por agotamiento
laboral, o aquellas afectaciones cardiovasculares que tienen lugar en el ámbito
del trabajo y provocadas por el estrés laboral. Esta afectación se encuentra
reconocida por el Ministerio de Sanidad japonés desde 1987.
En los años 70, el Doctor Uehata empezó a
hablar de esta problemática en la quincuagésima primera reunión anual de la
Asociación Japonesa de Salud Industrial, diagnosticando 17 casos de Karoshi. En
el año 2015 el número de víctimas reconocido por el Ministerio de Trabajo ascendía
a nada más y nada menos que 2.310 trabajadores. Mientras el consejo Nacional de
Víctimas de Karoshi apunta a que el número de víctimas anuales podría llegar a
las 10.000 personas en todo el país.
Según un informe de la Organización
Internacional del Trabajo, un 20% de los japoneses realizan jornadas de trabajo
superiores a las 12 horas diarias. Aunque el problema en la actualidad se ha
extendido también a otros países. Aunque actualmente las tornas han cambiado,
en 2015 el trabajador promedio mexicano realizo más horas que el japonés y el
estadounidense, este último segundo en el ranking.
Otros países donde se recogen tambíen jornadas
de trabajo muy amplias, en la actualidad suelen ser economías emergentes, como
India, Corea del Sur, Taiwán y China. En este último, las muertes por “guolaosi”
(Karoshi en chino), ascienden cada año a pasos agigantados.
En la actualidad las indemnizaciones por la
muerte de trabajadores que sufrían esta enfermedad ascienden a unos 20.000$ por
parte del gobierno y de hasta 1,6$ millones por parte de la empresa en la que
prestaba sus servicios el trabajador.
Actualmente, algunas empresas en Japón han
empezado a ofrecer soporte a sus trabajadores para la conciliación de la vida
laboral y personal. Tal es la gravedad del problema, que en algunas
organizaciones se ha llegado a prohibir la realización de horas
extraordinarias.
Pero el problema reside en la cultura del
trabajo, no en la cultura organizacional de algunas empresas, por tanto, hasta
que no se tomen medidas preventivas que ataquen el problema de raíz y haya una
mayor concienciación social, desgraciadamente se seguirán produciéndo casos de
muerte por sobrecarga laboral.
Increíble comentario sobre como el trabajo puede llegar incluso a matar a alguien, parece mentira que a dia de hoy sigan ocurriendo estas cosas tan increíbles. Esta claro que es importante que los miembros de una organización trabajen y se tomen en serio su tarea, pero en mi opinión, tan importante es el trabajo como el descanso y sinceramente pienso que se debería atajar el abuso laboral.
ResponderEliminarHola Samuel, muchas gracias por tu comentario. La verdad es que es sorprendente e indignante. Lo más indignante es que tantísimos casos sean ignorados por el Ministerio de Trabajo japonés, casos que quizás si se actuara a tiempo podrían acabar con final feliz.
EliminarUn saludo.
Estoy de acuerdo con Samuel en que es increíble que actualmente sigan ocurriendo estas cosas. El trabajo, tanto por defecto como por exceso es malísimo, y los empresarios deberían darse cuenta y cuidar un poco más a sus trabajadores, los cuales son una de las cosas más valiosas que tiene la empresa. Este tipo de cosas deberían estar completamente prohibidas en cualquier país del mundo y la ley debería ser más estricta con ello.
ResponderEliminarHola Carolina, gracias por tu aportación. Estoy completamente de acuerdo contigo. A pesar de las diferencias culturales, estos casos siguen siendo intolerables a día de hoy. Muchas veces las organizaciones piensan únicamente en producir sin llegar a pensar que explotar hoy a esa persona pueda suponer acabar con su salud.
EliminarUn saludo.
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ResponderEliminarAlucinante que actualmente sigan pasando estas cosas tan horribles . Muchas veces los empresarios abusan de su poder y tratan a los trabajadores como meras máquinas y números, pero los trabajadores son mucho más que eso, son el pilar y la fuente de ingresos del negocio, creo que tratar bien a los trabajadores es la mejor inversión que se puede hacer en una organización.
Hola Beatriz, muchas gracias por tu aportación. Tienes toda la razón. Al final los trabajadores son uno de los pilares fundamentales de la empresa que hacen posible el ejercicio de esta. Debemos concienciarnos a partir de estos casos y valorar mucho más su labor.
EliminarUn saludo.