lunes, 24 de abril de 2017

La Excelencia Operacional







En todas las empresas siempre se busca trabajar de la mejor forma, aquella que nos permita ser lo más eficientes y exitosos posibles. Cuando se habla de la excelencia operativa es complicado aterrizar un concepto tan amplio y difuso al mismo tiempo, la excelencia implica que se puede alcanzar sino la perfección en el desempeño, si al menos una forma de trabajo donde logramos nuestras metas u objetivos de manera constante.

¿Dónde nos llevará nuestro camino de mejora continua?.

Una buena respuesta es que nuestro viaje nos llevará a la excelencia operativa, o en el punto en el que “todos y cada uno de los empleados puede ver el flujo de valor para el cliente y fijar el flujo antes de que se rompa. Aunque esta definición puede parecer simple, es en esta simplicidad la que le proporciona más valor. Al definir la excelencia operativa de esta manera, se aplica a todos los niveles y todas las personas en la organización, desde los ejecutivos hasta los empleados que producen el producto. Es clara, concisa, práctica y, sobre todo, procesable y enseñable a otros miembros. Todos en la organización saben que, en sus respectivas áreas, debe haber un flujo visible de producto y/o información. Deben ser capaces de reconocer si ese flujo es normal o anormal y qué hacer si es anormal, todo sin necesidad de la asistencia de la dirección


Hubo un tiempo en el que las innovaciones en los productos, en los servicios o en la estructura, eran suficientes para garantizar a una empresa un lugar en el olimpo de las marcas líderes a escala global, pero esto ya no es así. En los mercados actuales, los competidores pueden copiar rápidamente las innovaciones más revolucionarias o realizar ingeniería inversa con ellas. De hecho, novedades que en otro tiempo resultaron estructurales, como el comercio minorista online, son ahora algo común.


Las empresas que combinan un adecuado modelo de operaciones con una ejecución superior son las que se imponen en los momentos buenos y en los malos. No sólo capean las recesiones con más éxito, sino que además resurgen de ellas con mayor rapidez. A medida que las compañías reanudan la búsqueda del crecimiento rentable y el alto rendimiento gracias a la recuperación económica, ya no pueden permitirse el lujo de pasar por alto el papel de los procesos en la creación de valor para sus clientes.


Aunque parece que las empresas sí son capaces de reconocer las áreas funcionales más importantes (marketing y ventas e I+D encabezan la lista de los encuestados), pensamos que el motivo principal de la dificultad que les plantea determinar los procesos subyacentes esenciales es que centran su atención en estas áreas de forma individualizada. La clave del éxito consiste en darse cuenta de que la mayor parte del valor para el cliente se ofrece a través de varias funciones y que, por tanto, la excelencia en los procesos debe ser igualmente multifuncional.

La excelencia operativa está basada en el involucramiento de todos los empleados, el trabajo en equipo para resolver problemas y la búsqueda constante de la mejora continua en toda la organización. Esta cultura debe estar presente en todos los niveles, para lograrlo se necesita dar la capacitación y proveer las herramientas necesarias para que desde el primer nivel de la organización hasta el CEO estén inmersos en la misma.

Un paso importante para alcanzar la excelencia operativa es implementar la identificación en cada área de trabajo de los indicadores correspondientes a cada proceso. Idealmente a través de una adecuada colocación de elementos visuales que notifiquen los avances, una persona externa que visite la operación será capaz de conocer el estado de la misma con tan solo observar las ayudas visuales colocadas. Esta señalización debe comunicar el status del cumplimiento de cada una de las tareas que forman parte de los principales procesos, y permitir a los trabajadores involucrados en cada uno tomar medidas correctivas inmediatas cuando éstas ayudas alerten problemas y/o retrasos.

Asimismo los colaboradores en todos los niveles deben tener la autoridad para realizar cambios en los procesos que los involucren, y que a su vez les faciliten alcanzar los parámetros o resultados esperados.


Cuando la operación diaria está controlada y el personal comprometido con la filosofía de la excelencia, el equipo de management de la empresa puede enfocar sus baterías a las iniciativas estratégicas ligadas a incrementar la rentabilidad, cultivar y aumentar la satisfacción de los clientes con nuestros productos, así como asegurar el crecimiento futuro de la compañía.


También el alcanzar y mantener una operación de excelencia permite construir casos de negocio, que la misma empresa puede utilizar como herramientas de marketing para convencer a futuros clientes de comprar sus productos o servicios.

https://manuelguerrerocano.wordpress.com/2015/09/06/que-es-la-excelencia-operativa/

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