miércoles, 26 de abril de 2017

El modelo industrial alemán y sus claves para incrementar la productividad



Al igual que Japón, Alemania salió altamente perjudicada después de la II Guerra Mundial. Los dos países tenían prácticamente que reconstruirse. La situación laboral era muy precaria, pues la reducción de salarios y el aumento de las jornadas supuso un fuerte mazazo para la población. Su historia y la cultura de la inversión en la formación de sus trabajadores ha llevado a Alemania a ser reconocido como uno de los países más productivos del mundo.
A continuación, te mostramos las claves que han llevado a Alemania a convertirse en el país de referencia actualmente:

Las tareas cuanto antes mejor
Los alemanes se sienten atraídos por los trabajos mejor remunerados, mientras en España los trabajadores se fijan más en las posiciones de poder. Esta diferencia hace que los alemanes estén muy concienciados con la rentabilidad del tiempo. Del mismo modo, que está muy mal visto hablar con los compañeros sobre asuntos personales, o consultar redes sociales mientras se trabaja o el correo personal. Los alemanes se centran en las tareas, dedicando el tiempo que le pertenece a cada tarea.

Comunicación más directa
Muchas veces, sobre todo en organizaciones muy jerárquicas, las informaciones se pierden entre mandos o se tergiversan por el paso del tiempo o de la cantidad de personas por las que ha pasado el mensaje. Por el contrario, en el modelo alemán es bastante común que los trabajadores consulten o hagan propuestas directamente con sus superiores, sin necesidad de intermediarios.

Separación de la vida laboral y personal
En Alemania se respeta mucho la vida personal de los trabajadores. Cuando la jornada de trabajo se finaliza no se queda nadie a adelantar trabajo para mañana o a acabar un presupuesto que ha llegado a última hora. Tanto en Alemania como en Francia, queda prohibido recibir correos de trabajo fuera de la jornada laboral.

La conciliación de la vida laboral y personal
En Alemania la baja por maternidad cuenta con un período de hasta 14 semanas, en casos prematuros, y 12 semanas en la mayoría de los nacimientos, de las que se pueden anticipar 6 al parto. En el país germano, la baja por maternidad también se puede dividir entre los dos progenitores, siempre que un médico certifique la capacidad de la madre para reincorporarse a la vida laboral.  Durante este periodo, el progenitor que disfrute en ese momento del permiso, seguirá cobrando el importe exacto a su sueldo. Durante los 18 primeros años de vida, o lo que es lo mismo, hasta la mayoría de edad del descendiente, los padres reciben una ayuda de 184€ mensuales.

Inversión en los empleados

Las empresas alemanas apuestan por la inversión en planes de formación para sus empleados. No supone un gasto, pues esta aportación es vista como una cantidad que verán multiplicada a corto plazo. A través de la inversión en formación y los sueldos superiores a la media europea, los empresarios alemanes exigen a cambio una dedicación y compromiso muy altos por parte de los empleados hacia la organización.

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