Al igual que Japón, Alemania salió altamente
perjudicada después de la II Guerra Mundial. Los dos países tenían
prácticamente que reconstruirse. La situación laboral era muy precaria, pues la
reducción de salarios y el aumento de las jornadas supuso un fuerte mazazo para
la población. Su historia y la cultura de la inversión en la formación de sus
trabajadores ha llevado a Alemania a ser reconocido como uno de los países más
productivos del mundo.
A continuación, te mostramos las claves que
han llevado a Alemania a convertirse en el país de referencia actualmente:
Las tareas cuanto antes mejor
Los alemanes se sienten atraídos por los
trabajos mejor remunerados, mientras en España los trabajadores se fijan más en
las posiciones de poder. Esta diferencia hace que los alemanes estén muy
concienciados con la rentabilidad del tiempo. Del mismo modo, que está muy mal
visto hablar con los compañeros sobre asuntos personales, o consultar redes
sociales mientras se trabaja o el correo personal. Los alemanes se centran en
las tareas, dedicando el tiempo que le pertenece a cada tarea.
Comunicación más directa
Muchas veces, sobre todo en organizaciones muy
jerárquicas, las informaciones se pierden entre mandos o se tergiversan por el
paso del tiempo o de la cantidad de personas por las que ha pasado el mensaje. Por
el contrario, en el modelo alemán es bastante común que los trabajadores
consulten o hagan propuestas directamente con sus superiores, sin necesidad de
intermediarios.
Separación de la vida laboral y personal
En Alemania se respeta mucho la vida personal
de los trabajadores. Cuando la jornada de trabajo se finaliza no se queda nadie
a adelantar trabajo para mañana o a acabar un presupuesto que ha llegado a última
hora. Tanto en Alemania como en Francia, queda prohibido recibir correos de
trabajo fuera de la jornada laboral.
La conciliación de la vida laboral y personal
En Alemania la baja por maternidad cuenta con
un período de hasta 14 semanas, en casos prematuros, y 12 semanas en la mayoría
de los nacimientos, de las que se pueden anticipar 6 al parto. En el país germano,
la baja por maternidad también se puede dividir entre los dos progenitores,
siempre que un médico certifique la capacidad de la madre para reincorporarse a
la vida laboral. Durante este periodo,
el progenitor que disfrute en ese momento del permiso, seguirá cobrando el
importe exacto a su sueldo. Durante los 18 primeros años de vida, o lo que es
lo mismo, hasta la mayoría de edad del descendiente, los padres reciben una
ayuda de 184€ mensuales.
Inversión en los empleados
Las empresas alemanas apuestan por la
inversión en planes de formación para sus empleados. No supone un gasto, pues
esta aportación es vista como una cantidad que verán multiplicada a corto
plazo. A través de la inversión en formación y los sueldos superiores a la
media europea, los empresarios alemanes exigen a cambio una dedicación y
compromiso muy altos por parte de los empleados hacia la organización.
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