miércoles, 5 de abril de 2017

EL CONTRATO PSICOLÓGICO

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Manuel Garrachon(2017) define el contrato psicológico como un conjunto de creencias individuales que la persona tiene acerca de las obligaciones y beneficios recíprocos establecidos en una relación de intercambio; existen variedad de definiciones, la mayoría de autores se centran en las promesas que las partes han intercambiado en las fases iniciadoras de la relación laboral. Este tipo de contrato se desarrolla a partir de un proceso promisorio que en muchas ocasiones se inicia en la misma entrevista de selección.

Imaginemos el trabajador ideal, aquel que todas las organizaciones quisieran tener en su equipo, probablemente lo que deseemos no sea sólo que sea magnífico en su trabajo desde un prisma técnico, ni siquiera pensaremos únicamente en aquel que sea capaz de producir. Al imaginar al empleado ideal vendrán a nuestra mente conceptos como iniciativa, responsabilidad, compañerismo, trabajo en equipo, creatividad,... todas ellas competencias que en buena medida dependen de la voluntad del propio trabajador, de su implicación, motivación y voluntad. Podré lograr que un trabajador poco comprometido aporte soluciones, sí, pero seguramente se esfuerce poco en pensar en ellas o se las guarde sus mejores respuestas para sí mismo. Un colaborador desmotivado se centrará en aportar lo mínimo, lo suficiente para cumplir con lo exigible para su puesto sin que nadie pueda reprocharle nada basándose en la histórica ley del mínimo esfuerzo.

"Nosotros queremos gente dispuesta a crecer, a desarrollarse"; "Nosotros buscamos que las personas que se incorporen a nuestra organización puedan ir escalando puesto"; "En un par de meses, tenemos inteciones de aumentar los sueldos". Se tratan de declaraciones recogidas durante el transcurso de una entrevista de selección, que son interpretadas como promesas o señales de futuras intenciones con el personal cuando seguramente la empresa no tenga ninguna intención de cumplir sus promesas.

Creo que es básica la necesidad de acrecentar el capital emocional y reforzar el compromiso psicológico de la gente, a las personas les convence más una empresa que les protege y se interesa por su bienestar personal y emocional de manera sincera, además de cubrir su necesidad de sentirse valiosos y tenidos en cuenta, que aquella que únicamente les de una retribución y un premio mensual, por lo que su respuesta directa es una mayor disposición y compromiso solidarios con el destino de la empresa.

Una ruptura del contrato psicológico puede significar para el empleado una experiencia emocional negativa, la cual se puede expresar en vivencias de injusticias, sentimientos de ira y traición, cuando este sentimiento se instala las respuestas están relacionadas al aumento del absentismo, reducción de productividad, rotación del personal y lo más seguro es que finalice en la desvinculación del empleado.

Por lo tanto es un proceso recíproco entre ambas partes, su funcionamiento se basa en que el comportamiento de cada uno influirá en el otro, donde ambos pueden ser beneficiados. La mejor manera de alcanzar las aspiraciones personales en el trabajo es ir más allá del cumplimiento de las obligaciones comprendidas en el contrato formal, e ir constantemente desarrollando competencias y habilidades que la organización encuentre atractivas y beneficiosas, con el fin de que deseen retener, desarrollar y potencias nuestro aporte y desempeño en su empresa.

Como profesionales en el área de recursos humanos debemos ser plenamente conscientes y actuar rápida y estratégicamente. Las rupturas o cambios en los contratos psicológicos no siempre son negativos, podemos renegociar, pero para ello debemos cuidar el control de las buenas relaciones de manera que se logre la comprensión de las razones de los cambios y en esto la comunicación con el personal juega un papel decisivo.

http://www.unizar.es/centros/eues/html/archivos/temporales/15_AIS/AIS_15(06).pdf

4 comentarios:

  1. Hola!
    Estoy totalmente de acuerdo contigo, hay que aumentar el capital emocional y reforzar el compromiso psicológico de la gente, ya que si los trabajadores se siente bien en la empresa y se sienten protegidos, es una influencia muy positiva para la productividad de la organización.

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    1. Correcto, potenciar el mayor recurso del que dispone una empresa sera una puerta que nos lleve a la felicidad y al aumento de productividad, un saludo.

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  2. Estoy muy de acuerdo contigo, como profesionales de recursos humanos, debemos saber que trabajamos con personas y que ellas son el recurso esencial de las organizaciones. Como tal, se les ha de hacer saber que el contrato no significa sólo trabajar a cambio de dinero, sino que además incluye pertenecer a un equipo de personas. Tanto los gerentes de recursos humanos como los directores han de preocuparse por sus empleados, y hacerles llegar que son parte de la empresa. Conseguir un ambiente laboral saludable es lo que hay alcanzar para tener beneficios a corto y largo plazo.

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    1. Hola
      Creo que tenemos una gran oportunidad en nuestro futuro no muy lejano de contribuir al cambio cultural tradicional aportando nuestro granito de arena valorando a nuestros empleados como lo que son, los "dueños" de la empresa.

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