Como todo el mundo sabe, nos encontramos ante entorno
cambiante donde, en gran parte, las formas de organización del trabajo, se
encuentran en continua transformación. Lo tradicional ya es un pasado muy
lejano. Sin embargo, a pesar de los muchos efectos positivos que han tenido las
nuevas tecnologías o las nuevas técnicas y formas de organización del trabajo y
la producción, también nos encontramos con importantes efectos negativos.
El concepto de carga mental de trabajo está adquiriendo cada
vez una mayor importancia, debido fundamentalmente a las nuevas formas de
organización del trabajo, y a los avances tecnológicos e informáticos, que
suponen la existencia de mayores exigencias mentales o intelectuales, frente a
las exigencias físicas de los trabajos más tradicionales.
En muchas ocasiones pensamos que las medidas de prevención
de riesgos laborales deben de enfocarse, principalmente, sobre los aspectos
relacionado con el trabajo físico, olvidándonos de que el trabajo mental y la
carga que este puede originar, puede producir efectos muy perjudiciales sobre
los trabajadores y sobre la productividad de la compañía en general.
Se puede definir carga mental como “el conjunto de solicitaciones
psíquicas, a las que se ve sometida la persona para desarrollar su trabajo a lo
largo de la jornada laboral, o también, la cantidad de esfuerzo deliberado que
se debe realizar para conseguir un resultado concreto, y que exige un estado de
concentración y atención exagerado”.
Es importante que las organizaciones se ocupen de investigar
cual va a ser la carga mental de trabajo a la que va a exponerse cada
trabajador en los diferentes puestos de trabajo. Por ello es importante, si
queremos alcanzar una buena adecuación del empleado al puesto de trabajador, seleccionar
al trabajador adecuado (pues, obviamente, no todas las personas tienen la misma
capacidad) en función del puesto que quiere ocuparse.
Son muy diversos los factores que contribuyen a la carga de
trabajo mental y que ejercen presiones sobre la persona que lo desempeña. Estos
factores deben identificarse para cada puesto o situación de trabajo concreta y
se pueden agrupar según procedan:
1
De las exigencias de la tarea.
2
De las circunstancias de trabajo (físicas,
sociales y de organización).
3
Del exterior de la organización.
La carga de trabajo
mental puede ser inadecuada cuando uno o más de los factores identificados es
desfavorable y la persona no dispone de los mecanismos adecuados para afrontarlos.
Finalmente, citaré algunos de los efectos que, comúnmente, producen la carga
mental sobre la salud de los trabajadores.
Reducción de la actividad que se da como consecuencia de una
disminución de la atención, una lentitud del pensamiento y una disminución de
la motivación.
Inestabilidad emocional: irritabilidad, ansiedad, estados
depresivos…
Alteraciones del sueño.
Alteraciones psicosomáticas: mareos, alteraciones cardíacas,
problemas digestivos.
Alteraciones del sueño en estos trabajadores tienen
repercusiones directas, dando lugar a situaciones de estrés y fatiga crónica,
que se traducen normalmente en alteraciones del sistema nervioso y digestivo. Síndrome
psicosocial generando riesgos, repercusiones sobre la vida familiar y social,
debido a que el trabajo a turnos dificulta las relaciones tanto a nivel
familiar como social por una falta de sincronización con los demás.
Es bueno conocer estos efectos para analizar cómo evitarlos
o, al menos, intentarlo.
Entrada muy interesante Marcos, estoy totalmente de acuerdo con tu entrada, muchas veces nos preocupamos mas o nos solemos centras en la carga física del trabajador y dejamos a aun lado la carga mental, cuando son los dos igual de importantes, por que cuando el trabajador tiene carga mental su rendimientos laboral se vera reducido.
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo con vosotros! y es que, el cansancio físico es importante eliminarlo, pero más lo es el cansancio psicológico. La carga mental, en mi opinión, tiene casi más peso en la vida un trabajador que su cansancio físico y además ésta es mucho más difícil de hacer que desaparezca, como bien hemos dado en uno de los temas de la asignatura.
ResponderEliminarExactamente. La carga mental que puede suponer el desempñeo de determinado puestos de trabao puede tener efectos igual o más perjudiciales que determinado esfuerzos físicos. La carga mental de trabajo es incluso un factor a tener en cuante en la valoración del puesto.
ResponderEliminarGracias, un saludo.
Está claro que cada vez está siendo más difícil poder compaginar un buen estado mental y físico en nuestro trabajo, bien por la responsabilidad que atañe el puesto de trabajo, por la relación la organización, etc., por ello hay que tener en cuenta que para poder desempeñar el trabajo de una manera eficiente y eficaz hay que mirar primero por nuestro buen estado mental.
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