martes, 28 de febrero de 2017

Flexibilidad y Polivalencia Laboral






Cuando hablamos de polivalencia laboral nos referimos la capacidad técnica de algunos trabajadores, para llevar a cabo de manera temporal y por necesidad del servicio un puesto del trabajo distinto al que normalmente le corresponde. Actualmente estamos acostumbrados a una cierta especialización del trabajo, procedimientos y tareas bien definidos, que en muchas ocasiones suponen un corsé para una flexibilidad para el desarrollo de otras actividades y funciones que pueden repercutir positivamente tanto en el trabajador como en la compañía en su conjunto.

La formación del trabajador es un factor que desempeña una función muy importante a la hora de demostrar su polivalencia laboral. Es por ello que, si queremos que nuestros trabajadores sean polivalentes, debemos incidir en la continua formación y mejora de los conocimientos de estos. La polivalencia laboral también puede relacionarse con la movilidad funcional, proceso en el que se cambian las funciones habitualmente prestadas por el trabajador.

La especialización y división del trabajo muchas veces lleva a la rutina y a la desmotivación. La llamada estructura profesional es una consecuencia natural e ineludible del fenómeno de la división del trabajo exaltado por Adam Smith y repudiado por Marx que lo consideró nada menos que “el asesinato del pueblo”, reivindicado por Durkheim, y revisado en nuestros días a través de las nuevas doctrinas defensoras de la movilidad laboral y la polivalencia funcional del trabajo.

El cambio de funciones puede repercutir, y suele hacerlo en la mayoría de los casos, en un mayor interés de los trabajadores que en muchas ocasione observarán nuevas vías de ascenso y mejora en su carrera profesional. El mayor problema, donde nunca deben caer los empleadores, es el acudir a la polivalencia laboral para organizar mejor los efectivos humanos, con el fin de optimizar sus recursos o llenar de contenido las jornadas laborales. Por lo tanto, la ampliación de funciones debería de ir siempre acompañado de alguna compensación.  

Hoy en día, ante la crisis las empresas quieren empleados polivalentes y flexibles, que estén capacitados para cambiar de actividad en cualquier momento. Las empresas buscan personas integrales, que no sólo sean útiles para un puesto de trabajo predeterminado, sino que cuenten con "valores agregados" y características que los diferencien del trabajador obsoleto.
La velocidad con la que avanzan la ciencia y la tecnología, requiere que el trabajador moderno responda con la misma agilidad. Por ello, día a día, el mercado de trabajo exige personal cada vez más capacitado, flexible y polivalente, de manera que pueda asumir y responder a varias situaciones de diversa complejidad, sin circunscribirse a un solo puesto de trabajo. Así, la polivalencia es actualmente un valor añadido, pero si continúan los cambios significativos en las estructuras empresariales, próximamente se convertirá en una obligación.


Por lo tanto las organizaciones debería de anticiparse a dichos cambios e incidir en la formación de sus trabajadores, para así hacer de ellos trabajadores polivalentes, capaces de adaptarse y responder a los continuos cambios.

2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo contigo, las empresas debieran de formar más a sus empleados, o dicho de otra forma actualizar la plantilla, ya sea impartiendo cursos o monetariamente ayudando a que puedan realizar cursos que favorezcan sus conocimientos, competencias o habilidades que se requieren ya no sólo en su puesto sino en otros distintos, pues no me explico cómo se exige a los trabajadores polivalencia cuando no se da la posibilidad de ser flexible o no se incide en la formación de los empleados.
    Un saludo.

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  2. La ambivalencia y la capacidad de adaptación siempre será una gran ventaja en el ámbito laboral, y desde luego este contenido en el blog fomentará que las empresas empleen recursos en el desarrollo de las capacidades de sus trabajadores, ¡ojalá lo lean muchos empresarios!

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